La Dra. Ángela Baldrich, investigadora postdoctoral, cursó el Magíster en Ciencias, mención Producción, Manejo y Conservación de Recursos Naturales (2010–2014) y el Doctorado en Ciencias, mención Conservación y Manejo de Recursos Naturales (2010–2014) en la Universidad de Los Lagos.

Su interés por ambos programas surgió en Colombia, motivada por la calidad académica y las oportunidades de beca que ofrecía la institución. Destaca especialmente la excelencia del cuerpo docente y el entorno único del sur de Chile, un espacio privilegiado para el desarrollo de la investigación científica.

¿Cómo surgió su interés por el programa que cursó y qué factores influyeron en su decisión de elegirlo?

Mi interés por este programa comenzó en Colombia. Desde allí, junto con mi esposo, empezamos a buscar opciones de posgrado en Chile. Investigamos varias universidades y, en ese entonces, la malla curricular del Magíster en Ciencias, mención Producción, Manejo y Conservación de Recursos Naturales de la Universidad de Los Lagos, sumada a la posibilidad de postular a una beca que cubría los aranceles, hicieron de esta institución una excelente opción. Tuve la fortuna de adjudicarme la beca de excelencia académica ofrecida a estudiantes extranjeros por el programa de Magíster, lo que me permitió ingresar. Durante mis estudios, comprobé la excelencia del cuerpo académico y de los investigadores del programa, y descubrí en el sur de Chile un entorno natural privilegiado para la investigación científica. Un par de años después de titularme del Magíster, se abrió la posibilidad de postular al Doctorado en Ciencias, mención Conservación y Manejo de Recursos Naturales, ofrecido por la misma universidad. Este programa contaba con un plan de estudios alineado a mis intereses y también ofrecía becas que incluían financiamiento total y mantención de tres estudiantes. Gracias a Dios, logré adjudicarme una de estas becas, lo que me permitió realizar mi doctorado.

Desde su experiencia como graduada, ¿cuáles considera que son los aportes más significativos de este programa a su formación académica y a su desarrollo profesional?

Considero que el cuerpo académico de ambos programas es excelente, tanto a nivel profesional como humano. Los programas son exigentes y ofrecen una sólida formación teórica acompañada del desarrollo de habilidades prácticas, esenciales para la investigación científica de alta calidad. Durante mi formación adquirí herramientas para abordar distintas problemáticas en la conservación y manejo de recursos naturales, aprendí la importancia del trabajo interdisciplinario y pude establecer redes colaborativas con investigadores nacionales e internacionales de primer nivel. Esta experiencia ha enriquecido mi desarrollo personal y profesional, fortaleciendo mi crecimiento como científica. Gracias a estas bases, he publicado varios artículos científicos como primera autora y coautora en revistas de alto impacto, centrados en mi línea principal de investigación: las floraciones algales nocivas. Además, el año pasado obtuve un proyecto de postdoctorado de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), de tres años de duración, en el que soy investigadora responsable. Sin duda, tanto la adjudicación de este proyecto como los trabajos publicados son el resultado de la aplicación de los conocimientos y experiencias adquiridos durante mi formación académica, y me han proporcionado las herramientas para continuar desarrollando mi proyecto actual y enfrentar nuevos desafíos.

En su opinión, ¿qué características particulares adquiere este programa al ser impartido en una universidad estatal y cómo se diferencia de otros similares ofrecidos en instituciones del país o la región?

Una particularidad del programa de la Universidad de Los Lagos es el acceso a becas otorgadas por excelencia académica, lo que permite que estudiantes destacados puedan acceder a educación de calidad. Además, su alto nivel de exigencia asegura que quienes completan el programa posean herramientas sólidas para desarrollarse como profesionales de alto nivel. Otra ventaja significativa es la ubicación geográfica de la universidad, en la Región de Los Lagos, epicentro de la acuicultura nacional (mitilicultura y salmonicultura). Esto permite aplicar los conocimientos teóricos directamente en terreno y vincular la investigación con contextos reales del sector.

¿Qué mensaje o recomendación entregaría a quienes están pensando en seguir estudios de postgrado en una universidad estatal, ya sea como futuros investigadores o profesionales?

Mi consejo es aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la universidad, tanto en el ámbito académico como humano y económico. Recomiendo ser constante y esforzarse al máximo para desarrollarse con excelencia en cualquier área de interés. Las mayores satisfacciones se logran con dedicación y compromiso. En investigación, existen numerosos desafíos que requieren soluciones innovadoras y científicos comprometidos; la formación en una universidad estatal permite enfrentar estos retos con solidez académica y sentido de responsabilidad social.

El CUECH define una serie de sellos que orientan la misión de las universidades estatales: calidad de vida, formación integral, territorio, ciudadanía, inclusión y género, basados en el proyecto Ethos.

El ethos de las universidades estatales es una construcción colectiva y en constante evolución, que vincula su misión educativa, investigativa, social y cultural con los desafíos y necesidades del país. Es la respuesta institucional del Sistema de Universidades del Estado para orientar los cambios necesarios en las casas de estudio, adaptándolas a los desafíos sociales, culturales, políticos y normativos. Son principios, valores y prácticas que reflejan el compromiso público, democrático, territorial, ético y formativo de estas instituciones.

Desde su ejercicio profesional, ¿qué desafíos y oportunidades identifica en la incorporación de estos sellos en la educación de postgrado e investigación?

Más que verlos como desafíos u oportunidades, considero que la incorporación de estos sellos asegura y resguarda la calidad y excelencia de los programas educativos. La prioridad debe ser la formación de profesionales con vocación, capaces de desarrollar su labor de estudiante o investigador bajo principios éticos y estándares de profesionalismo, independientemente de su área de desempeño.