El Dr. Kennedy Costa da Conceicao, docente del Departamento de Ingeniería Mecánica de la USACH y académico de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Mayor, es graduado del Doctorado en Estudios Americanos de la Universidad de Santiago de Chile (2019–2024). Señala que eligió este programa motivado por su interés en el tratamiento de residuos líquidos. Gracias a las becas otorgadas por la USACH y ANID, pudo desarrollar su investigación en una institución de alto reconocimiento en Latinoamérica.
¿De qué manera surgió su interés por el Doctorado en Ciencias de la Ingeniería, mención Ingeniería en Procesos, de la Facultad de Ingeniería de la USACH, y cuáles fueron las razones que lo llevaron a optar por este programa?
Me interesé en el doctorado tras una exposición del profesor Ricardo Salazar, de la Facultad de Química y Biología, sobre tratamiento de residuos líquidos, realizada en la Universidade Tiradentes (Brasil), donde cursé mi pregrado en Ingeniería de Petróleo y mi magíster en Ingeniería de Procesos. En esa ocasión viajé a Chile para reunirme con el profesor Francisco Cubillos y conocer el Departamento de Bioprocesos e Ingeniería Química y sus líneas de investigación. Posteriormente, postulé y fui aceptado en el programa, obteniendo la Beca de Excelencia Extranjero de la Vicerrectoría de Postgrado, seguida de la BECA ANID Doctoral. Elegí la USACH porque es una universidad reconocida internacionalmente y figura en el ranking QS Latinoamérica entre las mejores de la región.
A partir de su experiencia como graduado, ¿qué aspectos considera que representan el aporte más significativo de este doctorado en su trayectoria académica y profesional?
El aporte más significativo fue el reconocimiento profesional obtenido a través de la Facultad de Ingeniería, mediante proyectos como el Fondo VIME, además de la oportunidad de participar en dos congresos internacionales en Europa (España y Grecia) y realizar una pasantía en la Universidade Federal de Sergipe, en Brasil. Asimismo, culminé el doctorado con múltiples artículos publicados en revistas indexadas de alto impacto (Q1). Esta experiencia también me motivó a integrarme a la docencia en la USACH y en la Universidad Mayor, donde hoy aplico los conocimientos adquiridos en la formación de futuros ingenieros.
Desde su perspectiva, ¿qué características particulares adquiere este doctorado al dictarse en una universidad estatal y cómo se diferencia de programas semejantes ofrecidos en otras instituciones del país o la región?
El programa se distingue por su reconocimiento académico, el acceso a equipamiento e infraestructura de excelencia y la posibilidad de participar en proyectos financiados por importantes empresas de Chile. Además, cuenta con investigadores destacados, como la profesora Dra. Cristina Villamar Ayala, cuyo aporte y experiencia fueron fundamentales en mi formación.
Para cerrar, ¿qué consejo o mensaje compartiría con los jóvenes investigadores y profesionales que están evaluando la posibilidad de cursar un postgrado en una universidad estatal?
Les diría que acepten el desafío. Es un paso fundamental en su vida profesional y académica. El camino puede ser exigente y demandante, pero la recompensa es invaluable: se abren nuevas oportunidades como investigador, académico e ingeniero, además de la posibilidad de generar un impacto positivo en la sociedad.
