Dr. Felipe Marín Álvarez, graduado del Doctorado en Educación de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación
Felipe Marín Álvarez

Felipe Marín Álvarez, académico del Departamento de Matemáticas de la Universidad Andrés Bello, se graduó del Doctorado en Educación de la UMCE (2020–2024), programa que destaca por su enfoque interdisciplinario en el abordaje de problemas y por la calidad de su claustro académico, integrado por docentes de amplia trayectoria nacional e internacional. De ellos —señala— pudo aprender y proyectar sus intereses investigativos.

¿Qué lo llevó a interesarse en este programa de postgrado y cuáles fueron las principales razones que influyeron en su elección?

Me atrajo la forma en que el programa aborda los problemas, integrando diversos elementos y perspectivas, lo que promueve una mirada interdisciplinaria que considero esencial para la generación de conocimiento. Además, me interesó profundamente que el claustro académico estuviera compuesto por profesores y profesoras con amplia experiencia y trayectoria nacional e internacional, de quienes podía aprender y a partir de los cuales podía explorar mis propios intereses investigativos.

Desde su experiencia como graduado, ¿cuáles considera que han sido los aprendizajes o aportes más relevantes que este programa ha tenido para su desarrollo académico y profesional?

Creo que uno de los principales aportes han sido las herramientas para avanzar en la creación, investigación y diseño de estrategias que nutran los procesos educativos de manera independiente, autónoma, eficiente y rigurosa. Asimismo, considero que el rol del director de tesis fue fundamental, pues de él pude aprender una visión amplia y criteriosa sobre cómo debe conducirse un proceso investigativo. Eso, sin duda, entrega herramientas, conocimientos y experiencia para luego —de manera autónoma— crear y explorar nuevos desafíos.

A su juicio, ¿qué elementos diferencian a este programa al ser impartido en una universidad estatal? ¿En qué se distingue frente a otras opciones similares en el ámbito nacional o regional?

Pienso que las diferencias radican en los orígenes, contextos y realidades que rodean al programa. Por ejemplo, el hecho de que se imparta en una universidad con una vasta trayectoria y tradición en la formación de profesores constituye un sello distintivo frente a otros programas. A ello se suma que tuve la fortuna de ser estudiante de premios nacionales de educación, así como de académicos y académicas que conciben la educación como un espacio para nutrir y cocrear estrategias que robustezcan los procesos formativos.

El CUECH promueve una serie de principios que guían el quehacer de las universidades estatales. Durante su formación, ¿cómo percibió la presencia de estos valores y de qué manera influyeron en su experiencia de postgrado?

  • Participación ciudadana
  • Formación integral
  • Inclusión
  • Equidad de género
  • Bienestar y calidad de vida
  • Vinculación con el entorno territorial

Durante mi formación doctoral, aspectos como la inclusión y la equidad de género estuvieron presentes tanto en el trabajo en aula como en la revisión de distintas posiciones teóricas y conceptuales, diversas y muy vigentes en el ámbito educativo. En esa misma línea, la valoración y la escucha activa hacia el estudiantado —especialmente en la relación con mi director y codirector de tesis— fueron elementos de gran importancia, ya que permiten aprender de manera directa, rápida y situada. Todo ello facilita llevar adelante un proceso de estudio de postgrado con una perspectiva de bienestar y calidad de vida.

Para finalizar, ¿qué mensaje o recomendación le daría a quienes están pensando en iniciar un programa de postgrado en una universidad estatal?

Creo que lo primero es tener claridad y plena conciencia de que se trata de una decisión importante, que exige un gran esfuerzo y perseverancia, y que implica estar dispuesto a dejar algunas cosas de lado. Realizar un doctorado, desde mi experiencia, demanda una inversión significativa de energía. Si estos elementos están asumidos, lo siguiente es elegir un programa que realmente haga sentido a partir de los propios intereses, metas y desafíos. Debe ser un programa en el que uno se sienta completamente decidido. Luego, lo que toca es disfrutar plenamente del proceso y del camino.